En los pines de esmalte blando, al igual que en los pines de esmalte duro, el diseño se graba en el material. Las cavidades resultantes se rellenan con colores de esmalte blando y se hornean a unos 160 °C.
Finos bordes metálicos separan los colores de forma elegante.
Como las áreas de color son más profundas que los bordes metálicos, puede aplicarse una capa de resina epoxi para mayor protección.
El esmalte permite obtener colores nítidos y personalizados, aunque no es posible realizar degradados de color.
Los pines de esmalte blando son ideales como material promocional, ya que ofrecen una apariencia de alta calidad y son más económicos de producir.